Si me falta el amor
Escucho
“Si me falta el amor, nada soy”
“La caridad es servicial, no es envidiosa, no se alegra con la injusticia… todo lo cree, todo lo espera… La caridad es siempre fiel”
Reflexiono
Si nos ponemos a analizar por qué sufrimos y cuándo somos motivo de sufrimiento para los demás, descubrimos que eso sucede siempre que falta el amor.
Cuando se ama de verdad no se hiere a los demás, por el contrario, se los consuela, se los ayuda, se los protege.
En el mundo hay más amor que odio. Pero el amor es silencioso, no se pone en evidencia, no hace ruido. Hay miles de personas que aman con amor desinteresado, que se brindan sin esperar recompensa.
Me examino
Reconozco, Señor, que soy muy egoísta. Amo poco y por eso, quizá, no soy lo suficientemente feliz. ¿Cuándo me convenceré de que hay más felicidad en dar que en recibir? Hasta que no haga la experiencia de dar no voy a experimentar lo que es ser feliz.
Oro
Señor, hazme amor. Enséñame a amar. Ayúdame a descubrir la belleza del amor, la felicidad que se prueba haciendo felices a los demás.
¡Oh, Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, contágiame ese amor. Trinidad Santísima, quiero dejarme inundar de amor para poder entregarme a los demás sin esperar recompensa.
Me comprometo
A esforzarme por ser generoso en dar, en hacer felices a los demás, sin envidias, sin orgullo, sin esperar recompensas. Quiero experimentar que hay mayor gozo en dar que en recibir.
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