Ioannes Paulus PP. II Dominum et vivificantem > sobre el Espíritu Santo en la Vida de la Iglesia y del Mundo 1986.05.18 BENDICIÓN Venerables hermanos, amadísimos hijos e hijas: ¡ salud y bendición apostólica ! INTRODUCCIÓN 1. La Iglesia profesa su fe en el Espíritu Santo que es « Señor y dador de vida » . Así lo profesa el Símbolo de la Fe, llamado nicenoconstantinopolitano por el nombre de los dos Concilios —Nicea (a. 325) y Constantinopla (a. 381)—, en los que fue formulado o promulgado. En ellos se añade también que el Espíritu Santo « habló por los profetas ». Son palabras que la Iglesia recibe de la fuente misma de su fe, Jesucristo. En efecto, según el Evangelio de Juan, el Espíritu Santo nos es dado con la nueva vida, como anuncia y promete Jesús el día grande de la fiesta de los Tabernáculos: « " Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que cree en mí ", como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva ». 1 Y el evange