¡Vengan y coman! ¡No se queden con hambre! Dios Padre nos sirve el Cuerpo y la Sangre, el alma y la divinidad de su propio Hijo, hecho Pan celestial. Por: P Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net Yo soy el pan, el vivo, el que bajó del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre, y por lo tanto el pan que Yo daré es la carne mía para la vida del mundo". Empezaron entonces los judíos a discutir entre ellos y a decir: "¿Cómo puede éste darnos la carne a comer?". Díjoles, pues, Jesús: "En verdad, en verdad, os digo, si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis la sangre del mismo, no tenéis vida en vosotros. El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, tiene vida eterna y Yo le resucitaré en el último día. Porque la carne mía verdaderamente es comida y la sangre mía verdaderamente es bebida. El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanece y Yo en él. De la misma manera que Yo, enviado por el Padre viviente, vivo por el Padre, as