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Mostrando entradas de abril 5, 2020

Sermón de las Siete Palabras

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dominicos.org Reflexiones sobre las siete palabras pronunciadas por Jesús en la cruz, escritas por fr. Marcos Ruiz O.P. ¡Viernes Santo!... ¡Sermón de las Siete Palabras!... Hermanos, admiro profundamente a estos dos grandes oradores dominicos: el P. Granada, al que tantas veces leí, el P. Royo Marín, al que tuve la suerte de escuchar con su elocuente oratoria. Ellos, como tantos otros, predicaron la Pasión del Señor acentuando, sobre todo, la justicia reivindicativa de Dios y el sufrimiento redentor de Cristo para devolver satisfacción al Padre. Yo soy hijo de otro tiempo, y me inclino a pensar más bien como un teólogo moderno que, interpretando la Pasión de Jesucristo, escribe: “¡Cuán molesta e inquietante resulta esa sangre de Jesús que, según se dice, nos salva! ¡Cuán indignante ese sangriento trato exigido por Dios, ese sacrificio necesario para apaciguarlo!... Y, sin embargo, ya en el Antiguo Testamento el creyente descubre a un Dios diferente, un Dios a quien “no le a

Saber callar, saber hablar

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encuentra.com ¡Cuánto tenemos que aprender de Jesús! Hablar con valentía y decisión ante la injusticia y el atropello; callar ante la calumnia o la murmuración. ¿Qué debemos hacer para aplicar en la vida ordinaria las enseñanzas del Maestro? I. Durante treinta años, Jesús llevó una vida de silencio; sólo María y José conocían el misterio del Hijo de Dios. Cuando vuelve de nuevo al pueblo donde había vivido, sus paisanos se extrañan de su sabiduría y de sus milagros, pues sólo habían visto en Él una vida ejemplar de trabajo. Durante los tres años de su ministerio público vemos cómo se recoge en el silencio de la oración, a solas con su Padre Dios, se aparta del clamor y del fervor superficial de la multitud que pretende hacerle rey, realiza sus milagros sin ostentación y recomienda frecuentemente a los que han sido curados que no lo publiquen… El silencio de Jesús ante las voces de sus enemigos en la Pasión es conmovedor: Él permaneció en silencio y nada respondió [1]. A

San Felipe Neri y la visita a las 7 iglesias de Roma

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es.aleteia.org Maria Paola Daud  | Abr 09, 2020 Una tradición muy querida por los romanos y que te ofrecemos aquí virtualmente La visita a las 7 iglesias fue una idea de san Felipe Neri, quien con esta tradición pretendía desviar a los fieles de las “seducciones” que ofrecía el carnaval romano. El santo caminaba por las calles en una procesión que duraba dos días. Poco a poco fue seguido por un grupo siempre heterogéneo y numeroso de personas, que cantaban al unísono “vanidad de vanidad, todo es vanidad”. Esta larga “caminata” comprendía los lugares de culto más importantes de la Ciudad Santa. Un camino de 20 km, que comenzaba por las cuatros basílicas mayores y seguía por otras tres iglesias simbólicas de Roma. Roland Fischer | Roland Fischer En cada iglesia se recitaba uno de los siguientes salmos penitenciales (6, 31, 37, 50, 101, 129, 142), se pedía perdón por los siete pecados capitales que se hubiese cometido, se pedía también el don de las siete virtude

¿Miedo a hablar de la muerte?

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es.aleteia.org Miguel Pastorino  | Abr 10, 2020 “Al no encontrar remedio a la muerte, ni a la miseria, ni a la ignorancia, los hombres, para ser felices, decidieron no pensar en ellas” (Blas Pascal, Pensamientos, 168) Nuestra vida es limitada y  lo único seguro en la vida es que todos vamos a morir.  Sin embargo, hablar de la muerte se ha vuelto un tabú social. Casi que si uno habla en una reunión de la propia muerte se le pide que cambie de tema o que no sea desubicado. En el ámbito religioso siempre la muerte ha sido vivida con mayor naturalidad con una perspectiva de esperanza y apertura a una vida que supera la muerte. Sin embargo, el drama del mundo secularizado es no saber qué hacer con la muerte, cómo esconderla, cómo evitarla. En una sociedad sin más horizonte que el éxito material, la muerte no tiene lugar ni sentido, por eso se la banaliza. La muerte aparece siempre en el horizonte de toda vida como el límite y la amenaza más radical. ¿No sería más sensato

Una meditación de Viernes Santo para encontrar el camino de la santidad

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es.aleteia.org Le bon larron (Public Domain) El Viernes Santo, la Iglesia conmemora la crucifixión y la muerte de Jesús en la cruz. Como el Buen Ladrón crucificado junto a Cristo, imploramos su misericordia. No se puede comprender en qué consiste la santidad sin  mirar al único santo canonizado por Jesús en persona: el Buen Ladrón.  No sabemos casi nada de él, solamente lo que relata san Lucas sobre el conmovedor diálogo entre Jesús y los bandidos crucificados a su lado ( Lc  23,39-43). ¿Quiénes eran los dos malhechores crucificados junto a Jesús? ¿Delincuentes comunes o agitadores políticos? Nadie lo sabe, pero lo que nos cuenta san Lucas basta para conocer lo esencial. Como ignoramos los crímenes de los que es culpable, e incluso su nombre, el Buen Ladrón es en cierto modo el representante de todos los bandidos, los fuera de la ley, los “desdichados” de cualquier calaña. En el fondo, nos representa a todos. Incluso si no hemos cometido ningún crimen abominable, como