Respetos humanos: meditación
encuentra.com Manifestarnos cristianos con sencillez y naturalidad, cuando la situación lo requiera. Un sábado Jesús fue invitado a casa de uno de los principales fariseos de la ciudad (Lucas 14, 1-6). Se puso delante de Él un hombre hidrópico. El hombre no dice nada, no pide nada, simplemente está delante del Médico divino. El Señor lleno de misericordia lo cura, a pesar de que estaban en acecho para ver si sanaba en sábado. Jesús no se deja llevar por respetos humanos y hace ver a los que lo espiaban que la misericordia no quebranta el sábado. Nuestra actitud a vivir la fe cristiana en un ambiente adverso ha de ser la misma de Jesús. No dejemos de manifestarnos cristianos con sencillez y naturalidad, cuando la situación lo requiera. Nunca nos arrepentiremos de ese comportamiento consecuente con nuestro ser más íntimo. Y el Señor se llenará de gozo al mirarnos. Jamás en todo su ministerio, ya sea en sus palabras o en su modo de obrar, se ve a Jesús vacilar, permanecer indeciso,