Hambre de Dios
Escucho
Orarás de verdad el dia en que adivines, más allá de las palabras de tus hermanos, su hambre de amor. Cuando un hombre sufre, no puedes decirle nada para consolarlo, pues ignoras su sufrimiento real. ¡Ni siquiera él mismo lo conoce de verdad!
Si quieres ayudarlo, ora por él. Si quieres orar, empieza a estar atento a las necesidades de tus hermanos.
Reflexiono
El sufrimiento mayor de la humanidad es el de sufrir solos, sin sentir la fuerza del Señor que nos sostiene desde dentro de nosotros mismos. Buscando huir de esta soledad, los hombres nos aturdimos con fiestas, música, diversiones y perdemos la capacidad de oír y escuchar a Dios que nos habita.
Me examino
Me cuesta muy poco estar atento a las necesidades de quienes amo. Ellos penetran muy profundamente en mi corazón y hago míos sus sufrimientos, hasta llego a somatizar su dolor. Pero esto no es la verdadera caridad. El amor verdadero no hace acepción de personas.
Reconozco, Señor, que amo con amor de preferencia a los amigos. Pero ¿no te sucedió , acaso, eso también a ti?
Ilumíname, Señor, para que vea con claridad cuál debe ser mi actitud a la luz del amor que me pides por todo mi prójimo.
Oro
Señor, hazme amor. Extiende a todo mi prójimo la sensibilidad profunda que siento por cada uno de mis amigos .
¡Oh, Espíritu Santo! Tú eres el verdadero amigo de mi alma.
Enséñame a amar con amor de amistad, verdadero y desinteresado.
Ayúdame a no buscar en el amigo a alguien que llene mi vacío sino a alguien con quien crecer en el amor universal.
Me comprometo
Me esforzaré a prestar más atención a todos mis hermanos y no sólo a los que considero mis amigos.
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