40 días por la vida Uruguay - Día 4
Cuarenta días por la vida
13 de febrero al 24 de marzo 2018
Día 4, viernes, 16 de febrero de 2018
«Hay amenazas [para la vida de las personas y de los pueblos] que [...] son fruto de situaciones de violencia, odio, intereses contrapuestos, que inducen a los hombres a agredirse entre sí con homicidios, guerras, matanzas y genocidios.
¿Cómo no pensar también en la violencia contra la vida de millones de seres humanos, especialmente niños, forzados a la miseria, a la desnutrición, y al hambre, a causa de una inicua distribución de las riquezas entre los pueblos y las clases sociales? ¿o en la violencia derivada, incluso, antes que de las guerras, de un comercio escandaloso de armas, que favorece la espiral de tantos conflictos armados que ensangrientan el mundo? ¿o en la siembra de muerte que se realiza con el temerario desajuste de los equilibrios ecológicos, con la criminal difusión de la droga, o con el fomento de modelos de práctica de la sexualidad que, además de ser moralmente inaceptables, son también portadores de graves riesgos para la vida? Es imposible enumerar completamente la vasta gama de amenazas contra la vida humana, ¡son tantas sus formas, manifiestas o encubiertas, en nuestro tiempo!»
San Juan Pablo II, encíclica Evangelium Vitae 10
Motivación
Las palabras del Cardenal Sturla en el Rosario de Bendiciones para las Familias provocaron una agria reacción de las feministas de género, que se sintieron aludidas. «Se nos acusa de cosas», dijo Teresa Herrera, militante feminista.
Curioso, porque el Cardenal no hizo referencia a nadie en particular, simplemente se limitó a señalar algo que rompe los ojos: «en este Uruguay querido hay atentados a la familia» (refiriéndose al aborto y a la ideología de género «que se quiere imponer y que nosotros decimos, con el Papa Francisco, que es colonización ideológica») icm.org.uy/estar-atentos- rezar-juntos-apuro-anunciar- cristo-jesus/. Está claro que, a confesión de parte, relevo de prueba, ya que ella misma se ha puesto el sayo.
Le recrimina también que «no dijo una sola palabra respecto a los femicidios ni a los niños asesinados». (Precisemos que, al hablar del aborto, sí se está refiriendo a los más de 10.000 niños por año asesinados legalmente en nuestro país, de los que -dicho sea de paso- un 50 % serán mujeres).
Pero ¿por qué debía el Cardenal hacer mención a los «femicidios»? En los diez minutos que duraron sus palabras (se trataba simplemente de una breve introducción antes de lo central del evento que era rezar) el Cardenal se dirigió a los fieles presentes tocando tres temas vinculados con la familia: la necesidad de estar atentos a los ataques a la familia, rezar juntos en familia y tener el apuro por anunciar a Cristo Jesús.
De más está decir que la Iglesia rechaza el asesinato, desde que Moisés recibe de Dios los Diez Mandamientos. El quinto dice: «No matarás». ¿Por qué exigir a la Iglesia una manifestación sobre algo que condena desde siempre? A la Iglesia le duelen todas las muertes, ya sean las víctimas mujeres, varones, niños por nacer, niños nacidos, adultos, ancianos. A los ojos de Dios toda persona humana es única e irrepetible, y su vida sagrada.
Reflexión
El 7 de febrero pasado una madre de 6 hijos de 44 años murió en Mercedes a causa de los golpes que le propinó una vecina.
Esa muerte violenta de una mujer no tuvo casi repercusión mediática, ni es contada por las feministas de género; para ellas no cuenta, porque no es un varón el que la mató, sino otra mujer.
Y la razón por la que no cuenta, es porque la ideología de género que sustenta a las feministas de género se basa en considerar al matrimonio intrínsecamente, por naturaleza, una «institución opresora», un contexto de esclavitud y opresión, al que se traslada el concepto marxista de lucha de clases, en lugar de un ámbito de colaboración amorosa, complementación, entrega y realización personal.
Se demoniza así al varón:
- Todas las desigualdades, violencias e injusticias son causadas por los «roles de género» creados por el varón («el patriarcado») para oprimir a la mujer.
- Las mujeres son siempre víctimas inocentes y seres moralmente superiores.
- La violencia es unidireccional: se da solo del varón contra la mujer.
- Todos los hombres son violentos y potenciales femicidas por el simple hecho de ser varones.
- Las mujeres son asesinadas por el simple hecho de ser mujeres, como si no entrasen en juego las pasiones, las circunstancias, como si el varón fuera a salir a la calle a matar a cualquier mujer que se le pasara por delante, por odio a su sexo.
- Se entiende así que las otras muertes, las muertes de varones, o las muertes de mujeres fuera del ámbito doméstico (como el de la anciana arrastrada varias calles para robarle el bolso el año pasado), incluso las muertes de mujeres a manos de otras mujeres, ya sea dentro de la familia (como la de la madre estrangulada por su hija) o fuera de ella (como el caso de Mercedes), no cuenten.Intención del díaPidamos por el respeto y la valoración de la vida de todo ser humano, cualquiera sea su sexo, edad o situación, para que disminuya todo tipo de violencia en todos los ámbitos de nuestra sociedad, y por la consolación de las víctimas y la conversión los perpetradores.
- Oración para todos los díasORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo sepan anunciar con firmeza y
amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. - Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
AménSan Juan Pablo II
Encíclica Evangelium Vitae sobre el Valor y el Carácter Inviolable de la Vida Humana
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