Imitación de Cristo, Tomás de Kempis- Capítulo X
(Todos los días se irán agregando uno o dos capítulos, para que la lectura pueda ser meditada despacio y con atención)
Cómo se ha de evitar la locuacidad
1. Hulle cuanto pudieres del bullicio de los hombres, pues estorba mucho ocuparse de los negocios del mundo, aún cuando se haga con buena intención. Porque fácilmente la vanidad nos mancha y esclaviza. Muchas veces quisiera haber callado y no haber estado entre los hombres.
Por qué pues, hablamos de tan buena gana unos con otros, siendo así que rara vez volvemos a nuestro silencio sin haber manchado nuestra conciencia? La razón de ese mucho hablar está en que buscamos en eso nuestro contento y consolación y comunicar a otros todos los pensamientos que fatigan nuestro corazón. por eso nos gusta tanto pensar y hablar de las cosas que amamos o deseamos o nos son contrarias.
2. Pero,por desgracia, muchas veces lo hacemos vanamente y sin provecho. porque esta consolación externa daña mucho o impide la consolación interna que viene de Dios. Por eso hemos de vigilar y orar para no perder ociosamente el tiempo. Se te permiten y es conveniente hablar, habla de cosas edificantes. La mala costrumbre y el descuido de nuestro aprovechamiento, son la causa de que no podamos reprimir nuestra lengua. Sin embargo,mucho fomentará nuestro espiritual aprovechamiento el hablar en común de cosas espirituales, especialmente cuando se juntan muchas personas de un mismo espíritu que se aman en Dios.
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