Testimonios Bellísimos de visitas a Jesús en el Sagrario
Cuando empecé a escribir sobre el sagrario, lo hice con ciertas dudas. Lo que les narraba era algo muy íntimo, personal. Jesús desde esos pequeños sagrarios donde le visito, ha sabido ser el mejor amigo, un gran amigo. Me ha enseñado el valor de la Misericordia y el Perdón.
Experimentaba en esas visitas una “paz sobrenatural” que se desbordaba en mi alma.
Empezaron a ocurrir tantas cosas, desde ese día que escribí la primera palabra. Y pasó algo que nunca imaginé. De pronto empecé recibir testimonios que nos compartían los lectores de Aleteia:
“A mí me ocurrió algo parecido al visitar a Jesús en el sagrario”,me decían.
Decidí compartir con ustedes algunos de los más bellos. Todas las experiencias que me mandan con Jesús Sacramentado son hermosas.
Hoy le comparto dos que me gustaron mucho.
¡Dios les bendiga a todos!
“Sí. A mí me cautivó. Hace más de dos años. Tengo 79 años. Necesitaba buscarlo. Y de pronto recordé que dos amigas comentaron de sus visitas al Santísimo, pidiendo que se lograran sus proyectos. Y habían sido escuchadas.
Era jueves Eucarístico y me dije: “Iré a verlo”. Fue Maravilloso. Sentí emoción, gozo, alegría. El Santísimo está en un santuario pequeño, pero lleno de gente. Cantaban lindas canciones, acompañadas de guitarra. Oraban. Es decir, una hora es poco, casi nada. Quedé embelesada.
“Me Sedujiste Señor”, fue una de aquellas bellas canciones. Luego siguió el rezo del Santo Rosario. Experimenté tanta paz que me dije para mí: “Vendré el Próximo Jueves”. Y así fue.
No he dejado de ir desde entonces. Es una Cita con Cristo, en la que renuevo mis fuerzas y mi vida. Soy muy Feliz ahí. Además, me quedo a la Misa y al final recibo la bendición con El Santísimo. No importa el tiempo. Es mucho más lo que yo recibo: “La paz de mi espíritu. La sensación de que soy amada, que estoy acompañada, protegida”.
Aprendí que la Divina Providencia provee y Multiplica. En este momento, mientras les escribo, no tengo ni un centavo en mis bolsillos. Pero me siento tranquila, yo estoy confiada que Dios proveerá mis necesidades. Sé que esto que vivo, esta dificultad, por algo es. Y esperaré. Antes, en otros tiempos y circunstancias, me habría desesperado. Hoy no. Confío y espero. Estoy consciente que el dinero es necesario. Pero primero, para mí, siempre es Dios. Lo demás vendrá por añadidura”.
He aquí otro hermoso testimonio, de los muchos que estamos recibiendo.
“Es mi Prioridad antes de comenzar el día ponerme en Su Divina Presencia en la pequeña capilla de Adoración de mi parroquia. Es hermosa, invita a la oración y queda apenas a 8 minutos de mi casa. Seguida la Santa Misa y Comunión diaria. Es una experiencia enorme el disfrutar Su Presencia. Hablarle, sentir Su bondadosa mirada y Su sonrisa al verte entrar por esa pequeña puerta del oratorio, es grandioso. Disfrútalo Tú también.”
Escribanos, sus testimonios ayudan a otros a ver el amor infinito que Dios nos tiene.
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