Una embarazada muere en un accidente. ¿Dónde está Dios en una experiencia sin sentido?
Aleteia
Katarzyna Jabłońska | Abr 13, 2018
"No estés triste, tu mamá está en el cielo, ella está bien allí". Bonita frase, pero es demasiado pronto para un consuelo
Ser honesto con una persona desesperada o sin esperanza, a veces puede verse como falta de tacto o incluso como muestra de crueldad.
“La verdad os hará libres”, dice el Evangelio, pero Sófocles puso en boca de uno de sus protagonistas las palabras: “Es algo terrible saber la verdad cuando no sirve a la persona informada”.
Hay personas que son extremadamente justas en su integridad, tan honestas que resultan deshonestas. La honestidad no es independiente del sentido. Uno se puede imaginar que si alguien se centra en la integridad en sí misma, puede hacer daño.
Una honestidad exagerada puede amargar la vida a alguien, destruir relaciones. Sin embargo, una persona íntegra quiere ser honesta, es decir, conocer al otro en verdad.
¿La existencia del sentido excluye el sinsentido? ¿El sinsentido puede tener sentido?
Existe una ingenua tendencia en la psicología estadounidense, que busca sentido en todo. Una mujer joven muere y le decimos a su hijo: no estés triste, mamá está en el cielo, está bien allí. Buena frase, pero es demasiado pronto para un consuelo.
Con demasiada facilidad y rapidez tratamos de dar sentido a una experiencia. Y no en todas se puede y se debe encontrarlo.Hay eventos y decisiones humanas que no tienen sentido, y no es correcto buscarlo allí.
Me tocó asistir a una mujer joven en el último mes de embarazo en el momento de su muerte. Fue algo terriblemente absurdo: murió en un accidente automovilístico causado por dos jóvenes, debido a la irresponsabilidad y descuido de ellos. También presenciaron la muerte de esta mujer. Estaban aturdidos.
El sinsentido crea más sinsentido. La manera temeraria de conducir de dos hombres jóvenes produjo una tragedia. La persona que vive o actúa sin sentido puede provocar un incidente sin sentido.
¿Dónde está Dios cuándo el hombre pasa por una experiencia sin sentido?
Está cerca del hombre. Se presenta en forma de un sentido. El acontecimiento en sí no tiene sentido, pero el significado le acompaña al hombre, porque Dios nunca abandona a un ser humano. Se para junto a la mujer que muere al borde del camino.
Él viajó con Edith Stein a Auschwitz, Él estuvo en la cámara de gas con ella. Matar a una mujer solo porque era judía fue el colmo del sinsentido. Y sin embargo, de esta muerte sin sentido surgió un sentido. Éste es el gran misterio.
Cristo experimentó en la cruz la mayor insensatez que pueda imaginarse, pero debido a que Él mismo es el sentido, demostró que el sentido es mayor que el sinsentido. Derivó el sentido del sinsentido. Sin embargo, creo que se debe ser cuidadoso al encontrar el sentido en el sinsentido.
¿Se debe buscar sentido en el pecado?
Shakespeare escribió: “Perdónanos y perdónale, Dios. Algunos se levantan por el pecado y otros, por la caída de la virtud”.
Se puede experimentar el pecado con mucho sentido, que en sí mismo es una negación de sentido, más: choca contra el sentido, trata de destruirlo. Sin embargo, uno no debe buscar el sentido en la falta de sentido. No está allí.
Cristo es como nosotros en todo menos en el pecado. Él no está en nuestro pecado, pero está cerca de los que han pecado. Está en el sufrimiento que conduce al sinsentido. Está en nuestro dolor. Está en su núcleo. Tal vez, el mismo Cristo es nuestro dolor.
Cristo no anula la inutilidad del pecado y no empequeñece su lado maligno, pero tampoco le da la espalda al pecador, no le quita el sentido.
Por el contrario, le da esperanza de que la vida, a pesar del mal que cometido por él, puede tener sentido, puede volver a estar sumergida en el sentido.
Es un fragmento del libro: P. Krzysztof Grzywocz, Hubo sentido al principio, Editorial WIĘŹ, 2018.
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