Cristo, y los dones preternaturales que tuvo Adán
Fray Nelson: En la enseñanza de fe hemos aprendido que Adán y Eva
fueron creados en gracia, sin pecado y con dones preternaturales entre
los que destacaría no enfermarse y no morir (si estoy en lo correcto);
todos estos dones se perdieron por la mancha del pecado. Ahora bien,
siendo Cristo Dios y verdadero hombre, habiendo nacido sin pecado y por
ello definido como "el nuevo Adán", ¿uno podría afirmar que Cristo tenía
estos dones preternaturales y que la única forma de que conociera la
muerte era producto del asesinato ya que por vía natural no podría morir
al tener en sí los dones preternaturales? -- L.T.
La palabra "preternatural" tiene una clave para nuestra respuesta.
"Praeter" en latín es aquello que está "al lado de," es decir, algo que
es compatible pero que no es esencial ni integral. Pensemos en el
vestido. En principio, el ser humano puede vivir sin vestirse. Una vida
así tendrá inconvenientes de diverso género pero no es imposible, y
sobre todo, no supone una negación de la naturaleza humana. Uno podría
decir, con algo de metáfora, que el uso del vestido es algo
"preternatural."
Con es aclaración, volvamos al caso de Cristo. Siendo una sola
Persona, la Persona del Verbo Eterno del Padre, y sin abandonar su
naturaleza divina, ha asumido nuestra naturaleza humana, que se
sintetiza en el hecho de tener en unidad sustancial un verdadero cuerpo
humano y una verdadera alma humana. Lo "preternatural" no es
indispensable para afirmar que él es verdadera y plenamente humano.
Santo Tomás de Aquino estudia este tema en la Suma Teológica, en la
III parte, cuestión 14. Así por ejemplo, en el artículo 3, dice: "El
tomó, en efecto, la naturaleza humana sin el pecado, en la pureza que
tenía en el estado de inocencia. Y de igual manera hubiera podido asumir
una naturaleza humana exenta de defectos. Por consiguiente, queda claro
que Cristo no contrajo tales defectos como tomándolos a modo de deuda
por el pecado, sino por su propia voluntad."
¿Y qué quería Cristo al tomar una naturaleza completa pero marcada
por defectos que son efecto del pecado? Santo Tomás trata el asunto en
la misma cuestión 14, artículo 1, ad tertium: "La pena es siempre
consecuencia de la culpa, actual u original, unas veces del que es
castigado, otras de aquel por quien satisface el que padece las penas. Y
esto es lo que aconteció en Cristo, según Is 53,5: El fue herido por
nuestras iniquidades, y molido a causa de nuestros pecados."
¿Y con respecto a la muerte? Dado el modo de naturaleza (defectuosa)
que Cristo asumió, por amor a nuestra salvación, la muerte natural
hubiera acaecido también, nos sigue enseñando el Doctor Común, ene l
artículo 3 de la mencionada cuestión, ad secundum: "La causa de la
muerte y de los demás defectos de la naturaleza humana es doble: una,
remota, cimentada en los principios materiales del cuerpo humano, por
estar éste compuesto de elementos contrarios. Pero esta causa estaba
impedida por la justicia original. Y, por eso, la causa próxima de la
muerte y de los otros defectos es el pecado, que motivó la privación de
la justicia original. Y como Cristo estuvo exento de pecado, de ahí que
digamos que no contrajo los defectos aludidos, sino que los asumió
voluntariamente."
En todo esto lo que brilla es el amor de misericordia, que todo lo
hizo, según proclamamos en el Credo, "por nosotros y por nuestra
salvación."
Reproducción permitida, citando la fuente.
-Fr. Nelson Medina, OP
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