“Jesús, muéstrame ese lugar donde vives”: Comentario 24 de Enero del 2019
Padre Manuel de Jesús de los Santos
Fuente: Misioneros Servidores de la Palabra,
Parroquia Santa Marìa de los Ángeles
Hoy
encontramos en el evangelio que Jesús está para todos, a todos les ayuda en sus
necesidades, no excluye a nadie, a todos acoge con amor. La gente ha visto las
grandes cosas que hace Jesús y han podido contemplar la manera en cómo lo hace:
con pasión, con esmero, con dedicación, convicción y con amor; por eso, a
partir de que Jesús comienza a obrar en favor de los más débiles y
desprotegidos, mucha más gente comienza a seguirlo: “Porque había sanado a tantos, que todos los enfermos se echaban sobre
Él para tocarlo”.
Hemos
de considerar que como cristianos, nuestra misión es mostrar a un Dios que nos
ama y que quiere salvarnos a todos. Debemos estar atentos a las necesidades de
los demás, para que como Jesús, sean muchos los que quieran seguirlo y estar con
Él. No podemos ser indiferentes o dejar para después nuestra tarea apostólica,
nuestra misión, pues está en juego la salvación o la perdición de muchas almas.
Nuestro propósito ha de ser que los demás conozcan el rostro amoroso y
compasivo de Dios.
Mucha
gente que había escuchado a Jesús o que había presenciado o experimentado un
milagro de parte suya, no quieren alejarse ya de Él, ya no quieren dejarlo,
quieren seguirlo, escucharlo, estar con Él; Jesús les despierta novedad,
seguridad, gozo, alegría, fiesta. Por eso, como una muestra de agradecimiento
por todo lo que ha obrado en favor suyo quieren seguirle y no perderlo ya más.
Pero
también nosotros hemos presenciado muchos milagros y maravillas de parte de
Jesús, ¿será que le seguimos con pasión como muestra de nuestro agradecimiento
por su misericordia que ya no queremos vivir sin Él?, ó ¿no será que buscamos a
Jesús solamente cuando lo necesitamos, cuando queremos un milagro?, ¿no será
que sus palabras de repente llegan a incomodarnos, sobre todo cuando se
manifiesta exigente y determinante, cuando sus palabras son un poco fuertes?
¿Queremos seguir y estar con Jesús todo el tiempo, o más bien, le buscamos en
ciertas circunstancias de la vida? ¿Creemos que Jesús puede ayudarnos y
devolvernos la Salud y la Vida? ¿Si con Él lo tenemos todo, porque no le
seguimos, por qué no hacemos cola para verle y escucharle como lo hacemos para
un concierto, una película, un parque de diversión, una playa, etc.? ¿Cómo es
mi amor por Jesús?
Tengamos
presentes las palabras de aquél famoso canto que dice: “Jesús te seguiré, donde
me lleves iré, muéstrame ese lugar donde vives, quiero quedarme contigo ahí”. Solamente
un hombre que se siente verdaderamente necesitado y agradecido, busca y se
aferra a Jesús, tanto, que siente que ya no puede vivir sin Él; aquél que
considera que se basta consigo mismo o con las cosas del mundo, ya no le busca,
lo ignora, lo toma como “poca cosa”.
Pero
hasta los malos espíritus confesaban a Jesús gritando: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”. Esos que el evangelio llama “espíritus
impuros” simbolizan el poder enemigo de Dios, que debía ser destruido por el
Mesías.
Tú
eres discípulo de Jesús, tú lees su palabra en el evangelio; luego tú debes
seguir al Señor y el seguimiento del Maestro consiste en vivir conforme a su
Espíritu, cumpliendo celosamente cuanto Él te dice en el Evangelio, siguiendo
en tu vida los ejemplos que Él da con su propia vida entre los hombres,
brindando siempre amor a todos; como Jesús que era tan bondadoso y amable que
atraía a sí a toda la gente.
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