Justo es el que ama a Dios y al prójimo: Comentario 17 de Octubre del 2018
Autor: Padre Manuel de Jesús de los Santos
Fuente: Misioneros Servidores de la Palabra,
Parroquia Santa Marìa de los ÁngelesJesús se dirige a los fariseos con la intención de cuestionarlos por su aparente conducta para que se conviertan y dejen de simular que son buenos y piadosos. Jesús también nos cuestiona a nosotros no para que nos enojemos con él, sino para que descubramos la verdad de la vida y nos convirtamos a Él.
Las
reprensiones de Jesús a los fariseos se ordenan a describir su maldad, que se
disimulaba con apariencias de bondad, y las apariencias sin realidad no son
agradables al Señor. El pecado de los fariseos está en poner empeño escrupuloso
en las normas insignificantes, mientras desprecian lo esencial; en querer
aparecer como irreprochables, para ser honrados y estimados como piadosos.
El
discípulo de Jesús en cambio, debe valorar las cosas según su importancia. No
debe despreciar lo pequeño por ser pequeño, pero debe centrar su esfuerzo en lo
fundamental: la justicia, el amor a Dios, el amor al hermano.
El
pecado del escriba, del especialista en la ley, está en escrutar la ley día y
noche, para descubrir a los hombres lo que deben hacer, pero no cumplirlo él,
ni ayudar a cumplirlo a los débiles. Nada hay que dé al hombre un sentimiento
de superioridad sobre los demás como el manipular sus conciencias; era eso
precisamente lo que hacían los fariseos y de lo que se vanagloriaban,
imponiendo la observancia de innumerables preceptos que afectaban lo exterior
de la ley, pero no penetraban en su interior.
La
salvación no está en saber mucho ni en que se cumpla mucho, sino en que se ame
mucho. La salvación se alcanza cuando se ama y se practica la justicia. El
sentido bíblico de la justicia es el de la santidad; esa santidad bíblica
supone y lleva consigo el sentido moderno de justicia social, pero no se limita
a él; justo para la Biblia es aquel que es santo, que cumple antes que nada con
sus deberes religiosos para con Dios y para con el prójimo; por eso el Señor
Jesús une aquí la justicia con el amor a Dios.
Solamente
el que de veras ama a Dios y al prójimo es el verdaderamente justo y solamente
el que es justo es el que ama a Dios y al prójimo.
Comentarios
Publicar un comentario