Expertos en hacer lo bueno no lo malo: Comentario 19 de Octubre del 2018

Autor: Padre Manuel de Jesús de los Santos

                                                                      Fuente: Misioneros Servidores de la Palabra,

                  Parroquia Santa Marìa de los Ángeles

Existe el peligro latente de contagiarse de la levadura de los fariseos: la hipocresía. Por desgracia, las cosas malas se aprenden rápido y llaman la atención más que las cosas buenas. Pero el Señor no quiere que sus discípulos sufran la vergüenza de ser descubiertos haciendo el mal. La hipocresía sólo se cuida de las apariencias, aparentar algo que no se es. Como cristianos estamos llamados por Dios a profesar y a vivir en la verdad, a ser auténticos, hombres y mujeres de una sola pieza, sin máscaras.

A veces se puede llegar a presumir de realizar el mal de manera perfecta: “engañé a mi esposa y no se dará cuenta nunca…” . Pero ¿acaso la obscuridad no dura sólo mientras la luz no brilla? No hay ningún secreto que no llegue a descubrirse… (v. 2). Por eso, no seamos profesionales para hacer lo malo, más bien, seamos expertos, atentos e inquietos para hacer lo bueno, pues una vida llena de verdad se goza en hacer lo bueno, pero quien vive hipócrita y corruptamente se deleita en hacer lo malo sin pensar o calcular las consecuencias.

A veces se cometen errores muy grandes queriendo ocultar otros más pequeños. Lo muy común es mentir para evitar un regaño, o bien para salvar la reputación. Pero el Señor dice que el hombre no debe cuidarse de quien le pueda llamar la atención, sino de convertirse en un esclavo del demonio. No se debe temer a la verdad si por ella se encuentran problemas, pues para Dios el hombre es muy valioso.

Quien se acoge a la verdad, jamás quedará defraudado. Podrá sufrir regaños, vejaciones y todo tipo de penas, pero jamás sufrirá por ver que su dignidad de hijo de Dios venga a menos. Más vale sufrir temporalmente en este mundo por causa de la verdad, que sufrir por toda la eternidad a causa de la mentira.