Santiago Apóstol: Comentario 25 de Julio del 2018
Autor: Padre Manuel de Jesús de los Santos
Fuente: Misioneros Servidores de la Palabra,
Parroquia Santa María de los Ángeles
El
ministerio tiene muchas facetas. Una de las más bellas es la que San Pablo
presenta en estos versículos de la primera lectura (2-Cor 4, 7-15). Si se
compara al servidor de Dios con una vasija de barro, se pone de manifiesto que
la fragilidad humana sólo puede soportar esta dura faena apoyada en la gracia
que Dios da a quien lo sirve. Paradójicamente, la fragilidad y debilidad del
hombre no constituyen un estorbo para los planes de la Providencia, sino que
son las condiciones óptimas para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios
y no de nosotros.
Quien
se ha puesto al servicio de la Palabra, experimenta en su caminar momentos en
los que está a punto como de romperse. Y es entonces cuando se hace patente la
acción de Dios, pues sin Él no sería posible seguir adelante.
Si,
en cierto modo, Cristo estuvo lleno de problemas, preocupado, perseguido y
derribado, sus discípulos están expuestos a vivir las mismas experiencias,
pero, como Él, sin llegar al fracaso. Aún en el caso de tener que morir
violentamente a causa del Señor, esto también es fuente de vida y triunfo
contundente: <<la muerte actúa en
nosotros, y en ustedes actúa la vida (v. 12). Ésta es la lógica de Dios, misma que repugna a la lógica del mundo.
Entre
los hombres sin fe, la conducta lógica es hacer lo que fuere necesario con tal
de conseguir los propios planes, los demás no importan para el egoísta. Pero el
verdadero creyente sabrá sacrificar aún su propia vida por amor al prójimo. En
todo momento, el cristiano debe estar consciente de que sus limitaciones, sus
sufrimientos, y aún los aparentes fracasos, producirán la vida a otros y a sí
mismo, siempre y cuando se asuma con fe la cruz que ofrece el Señor.
Hoy
celebramos la fiesta de Santiago apóstol. Se trata de uno de los apóstoles de
los que tenemos más datos bíblicos. Hermano de Juan, es uno de los elegidos
para ser testigos de acontecimientos bien importantes: la curación de la suegra
de Pedro, la resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración, la oración
en el huerto… Santiago es también el primero de los apóstoles en derramar su
sangre por Cristo (Hch 12, 2).
Llamado
por el mismo Jesús ‘hijo del trueno’ (Mc 3, 17), las Escrituras nos hablan del
carácter impetuoso del apóstol, de su deseo de que caiga fuego del cielo sobre
quienes niegan hospedaje a Jesús, de su cobardía inicial a la hora de acompañar
al Señor que caminaba hacia la cruz… El evangelio de hoy nos hace contemplar
mejor ese carácter, sobre todo cuando se queda escondido detrás del rostro de
la madre.
Después
de subrayar la forma injusta con que gobiernan ciertos jefes de las naciones,
Jesús presenta su ejemplo para que lo imiten. Él vino para servir y dar la vida
por la salvación de los demás. El estilo de vida de los auténticos seguidores
de Cristo es servir a costa de cualquier sacrificio. El que se sirve de los
demás va en sentido opuesto al camino trazado por el Señor. Por lo tanto, el
verdadero cristiano es aquél que sirve al prójimo; y quien se sirve de los
demás es un mentiroso.
En
la clave evangélica de Jesús, la lucha por el poder en la Iglesia no debe
existir, porque el poder real, aquél que el Señor con su ejemplo nos ha
enseñado, es el poder del servicio. Progresar significa abajarse, estar siempre
al servicio. Y en la Iglesia el más grande es el que está más al servicio de
los demás.
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