El niño pequeño viene para todos

Queridos amigos, El niño pequeño está a punto de venir al mundo, vendrá para todos, los buenos pero también los malos. En un mundo occidental donde a la Navidad se le despoja del espíritu navideño, dejando solo el aspecto comercial, el niño pequeño viene para todos. Es cada vez más difícil, en la confusión de hoy, reconocer las señales, los ecos que provienen de los siglos pasados, a pesar de todo, el niño pequeño viene para cada uno de nosotros. Ese niño tan pequeño que cada año vuelve a visitarnos en lo profundo, en la gruta de nuestro corazón, viene para salvarnos de la soledad caótica del mundo contemporáneo. Hemos llegado a tal distracción, a una maldad tan profunda que programamos los ataques más feroces contra los niños nacientes en estas semanas previas a la Navidad cristiana. El Parlamento Europeo y el Comisario de los Derechos Humanos del Consejo de Europa están gritando, exigiendo e intentando, cueste lo que cueste, de imponer a todos la locura absoluta del aborto. Un ritmo diabólico se repite desde siempre y siempre se hace más evidente: el Rey y su poder quieren la complicidad de los Magos para secuestrar y matar al niño que viene, que viene de las entrañas de la tierra, en la intimidad del mundo para salvarlo desde lo más profundo. Nada del pecado es nuevo, siempre nueva es la sorpresa amorosa que Dios hace a la humanidad. Llega un niño pequeño, para todos los que lo esperan y para aquellos que conspiran para matarlo. Llega un niño pequeño que quiere salvar a todos, quiere salvar a todos los niños del mundo y a todos los adultos que todavía tienen un corazón de niño como nosotros. El mundo no cambia, los poderes del mal continúan su feroz marcha pero no será Herodes, los responsables de la matanza de los inocentes no van a ganar. Un niño pequeño, el niño Jesús, el único Dios que se hace hombre, es Aquel que conquista el mundo y convierte la Navidad en la Navidad cristiana. Sin ese niño pequeño, sin el nacimiento del niño Jesús, sin el hecho cristiano, no habría Navidad, quedarían las órdenes de Herodes, los Edictos europeos, la complicidad de los Estados para el exterminio de los niños. Están buscando al pequeño niño Jesús, quieren matarlo, borrar su memoria, diluir los signos de su presencia. Sin embargo, Jesús viene por nosotros y sus asesinos. Nuestro recuerdo de la Navidad cristiana, la espera que nos deja sin aliento, la sorpresa que siempre nos restaura, la alegría de Su venida es la mayor derrota del mundo, del poder, del cínico Herodes de hoy. Gracias información de Luca VolontéLuca VolontéLuca Volonté