El Padre Nuestro, oración de comunión: Comentario 10 de octubre del 2018
Autor: Padre Manuel de Jesús de los Santos
Fuente: Misioneros Servidores de la Palabra,
Parroquia Santa Marìa de los Ángeles
Jesús nos enseña a orar no sólo con la oración del
Padre Nuestro, sino también cuando Él mismo ora. Así, además del contenido, nos
enseña las disposiciones requeridas por una verdadera oración: la pureza del
corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos; la confianza audaz y
filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; la vigilancia, que
protege al discípulo de la tentación.
Nuestra oración es eficaz porque está unida mediante
la fe a la oración de Jesús. En Él la oración cristiana se convierte en
comunión de amor con el Padre; podemos presentar nuestras peticiones a Dios y
ser escuchados.
A la oración del Padre Nuestro se le llama “oración
del Señor” porque nos la enseñó el mismo Jesús, nuestro Señor. “Es el resumen
de todo el evangelio” (Tertuliano). “Es la más perfecta de todas las oraciones”
(Santo Tomás de Aquino), (CEC).
San
Lucas presenta una versión del Padre nuestro un poco más corta que la que
ofrece San Mateo; lo hace así porque su intención es contestar a un
cuestionamiento preciso: cómo hay que orar, según la enseñanza de Jesús.
Subraya entonces el modo cómo hay que hacerlo: la mejor forma es repetir
continuamente la oración que Jesús enseñó, con intensidad y perseverancia.
Jesús
enseña el valor de la oración insistente porque es una necesidad del hombre
para no permanecer solo, sin la posesión de lo que necesita para ser feliz.
Dios es un papa a quien le agrada que sus hijos le hablen, le pidan y le confíen
todo. No hay razón para desconfiar de Dios, pues El no puede ser menos bueno
que muchos hombres que hacen cosas buenas. Si Dios es el inspirador de toda
obra buena, ¿cuán buenas no serán las obras que Él mismo realiza?
El
Padre Nuestro es la oración que Jesús ha transmitido a sus discípulos, y que la
Iglesia, a su vez, nos transmite a nosotros. La Iglesia, de este modo, nos
conduce a Cristo y Cristo nos presenta al Padre. Es el camino de la oración.
Se
trata de una oración eclesial, una oración de la comunidad: Padre nuestro,
venga a nosotros tu reino, danos el pan nuestro, perdona nuestras ofensas, no
nos dejes caer, líbranos del mal. Es la madre que enseña al hijo a reconocer al
Padre y a decir “papá”. Es la Iglesia la que nos enseña a reconocer a Dios como
Padre y la que nos entrega esta profunda oración, invitándonos a unir nuestra
voz a la voz de la asamblea, que se atreve a invocarlo como Padre.
Por
eso, con esta oración nos unimos al Padre por medio de su Hijo Jesucristo, nos
ayuda a descubrirnos a nosotros mismos de una manera nueva, con nuestra
verdadera identidad y dignidad: hijos, y nos une a nuestros hermanos. El Padre
Nuestro es la oración de comunión, de filiación, de fraternidad y de unidad.
Oremos con Jesús esta hermosa oración para que las divisiones en la Iglesia y
en la humanidad vayan desapareciendo.
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