Imitación de Cristo, Capítulo IX
(Todos los días se irán agregando uno o dos capítulos, para que la lectura pueda ser meditada despacio y con atención)
De la obediencia y sujeción
1. Gran cosa es vivir en obediencia bajo un superior, renunciando a la propia libertad. Es mucho más seguro ser súbdito que prelado. Pero hay muchos que viven en obediencia más por necesidad que por amor, y por eso viven a disgusto, murmuran fácilmente y no conseguirán perfecta libertad de espíritu mientras no se sometan a Dios de todo corazón. Por más que cambies de lugar, no encontrarás la paz y tranquilidad, si no obedeces con humildad a tu Prelado. Muchos se han engañado imaginándose hallarán esa paz con solo cambiar de lugar.
2. Verdad es que cada uno trabaja más a gusto siguiendo su parecer, y sigue fácilmente a los que opinan como él; pero si queremos obrar según Dios, es necesario renunciar alguna vez nuestro juicio por amor de la paz. ¿Quién es tan sabio que todo lo sepa? Por eso no te apegues demasiado a tu parecer; oye con gusto el parecer de los demás. Mucho aprovecharás si aún siendo recto tu criterio, renuncias a él por amor de Dios y sigues el de otro.
3. Muchas veces he oído decir ser más seguro escuchar y aceptar un consejo que darlo. Puede muy bien suceder que todos tengamos razón, pero no querer dársela a otros cuando la misma razón u otra cosa lo exigen, es señal de soberbia y terquedad.
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