En esta Semana Santa no dejes solo a Jesús (Un Testimonio impactante)
Aleteia
Claudio de Castro | Abr 15, 2019
Esta mañana terminé de leer el correo de una lectora que me ha dejado impresionado por su amor inmenso a Jesús en el sagrario.
Cada mañana después de misa pasa una hora acompañándolo, para que no esté solo.
“Quisiera amarte como ella te ama, Jesús”.
Suelo recibir correos de todas partes. Son de dos tipos: personas con problemas gravísimos que me comparten sus inquietudes y no saben qué camino tomar y de personas maravilladas ante la respuesta de Jesús en el sagrario que los ha llenado de gracias para enfrentar las dificultades y poder seguir adelante.
Jesús se conmueve ante un alma adolorida, devota y fiel. Es un amigo extraordinario que nos ama a pesar de nuestras ingratitudes. Por eso a todo el que puedo le sugiero: “Ve al sagrario, allí está Jesús”.
Una vez me escribió un señor que tenía una enfermedad terminal. Los médicos lo enviaron a casa para que tuviera cuidados paliativos y muriera rodeado de su familia. Pidió que lo llevaran a un oratorio para estar con Jesús en el sagrario, antes de llegar a su casa. Estuvo allí media hora en devota oración.
Ante la presencia maravillosa de Jesús, lo aceptó todo.Ofreció su terrible enfermedad por los grandes pecadores. Y le repitió a Jesús una y otra vez que lo amaba y le agradecía el don de la vida.
A los días, en vez de empeorar, fue mejorando. Los médicos no daban crédito ante lo inexplicable. Han transcurrido años desde aquella fecha, un encuentro con Jesús en el sagrario que lo cambió todo para él.
Hoy, sano, dedica su vida a Dios, en agradecimiento por el tiempo adicional que le fue concedido.
He visto milagros patentes, extraordinarios ante el sagrario.
No conozco a nadie que visite a Jesús en el sagrario y salga igual. Cuando no puedo visitarle le pido a mi ángel de la guarda que vaya a verlo.
“Anda, arrodíllate ente nuestro amado Jesús y dile que le quiero, que le mando saludos, que le agradezco todo. Sé que de Él sólo puedo esperar lo mejor”.
Luego hago la comunión espiritual para tenerlo conmigo, que habite en mi alma y mi corazón.
“Creo, oh Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo por sobre todas las cosas de este mundo y deseo recibirte dentro de mi alma, pero no pudiéndolo hacer sacramentalmente, ven a lo menos espiritualmente a mi corazón; y, como si ya te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti. Oh Jesús mío, no permitas que me separe de ti.”
¿Puedo pedirte un favor en esta semana santa? “No dejes solo a Jesús”.
Acompáñalo. Y cuando estés con Él pídele gracias para los moribundos, aquellos que pronto partirán de este mundo y necesitan consuelos y amor para ponerse en paz con Dios. Que no les falte una sacerdote para hacer una buena confesión, que tengan un profundo arrepentimiento de sus pecados y UNA SANTA MUERTE.
Pide a Jesús por esas almas necesitadas de su Amor.
¡Dios te bendiga!
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